Descubrir misterios y encontrar tesoros, aprender cosas nuevas, bailar con música o sin ella, la montaña en silencio... y mis hijos.
Porque me permite acompañar a otras personas a construir el futuro que desean. Poder contemplar en primera fila de lo que somos capaces los seres humanos es un absoluto privilegio.
Desde siempre me interesaron las personas. Lo que nos pasa, lo que hacemos y por qué. Por eso decidí profundizar en este misterio que somos, y descubrí que se puede vivir mucho más feliz, mucho más libre y mucho más consciente si encontramos la manera de comunicarnos y vincularnos mejor. Por eso estudié Psicología y, unos años más tarde, me especialicé en Coaching. Desde entonces aprendo cada día.
“Ama tu ritmo, y ritma tus acciones bajo su ley, así como tus versos; eres un universo de universos y tu alma una fuente de canciones” (Rubén Darío)