Aprender cada día, de mi familia, de mi trabajo, de los errores, de los aciertos…
No soy coach aún, pero es emocionante ver el efecto que el coaching produce en las personas que pasan por EEC.
Gracias a Carmen Mellina, que contó conmigo y me dio toda su confianza desde que nos conocimos hace ya más de 10 años.
Doy lo mejor de mi cada día, según lo que puedo ofrecer en cada momento.