Cualquier excusa es buena para reflexionar sobre la importancia de los valores detrás de todo lo que hacemos.
Son innumerables los ejemplos de estos valores en las obras del irlandés J.R.R. Tolkien, autor de 'El señor de los anillos'. Hoy, 25 de marzo, es el Día Internacional de Leer a Tolkien.
De entre los muchos mensajes e ideas que podemos relacionar con el coaching ejecutivo, nos quedamos con la importancia del viaje, del aprendizaje, la conexión con la liviandad y con el presente.
El viaje, un tema central tanto en las narrativas de Tolkien como en el coaching ejecutivo, simboliza el desarrollo constante que cada persona emprende. No es simplemente el destino lo que cuenta, sino las lecciones aprendidas, las relaciones forjadas y los desafíos superados a lo largo del camino.
El aprendizaje es una aventura sin fin
A través del coaching, las personas conectamos con un proceso de descubrimiento continuo, adquiriendo nuevas habilidades y perspectivas que nutren tanto la vida profesional como personal. Descubrimos que esto de aprender es la vida misma, que no hay nada que deberíamos haber sabido antes pues no vivimos la experiencia en las condiciones necesarias para poder aprenderlo.
La liviandad, por otro lado, es un valor que en el coaching ejecutivo adquiere una dimensión especial. En un mundo donde el peso de las responsabilidades a menudo abruma, la habilidad para abordar los desafíos con agilidad, confianza y flexibilidad se convierte en un activo de altísimo valor.
Vivir en el presente es otra joya que el coaching ejecutivo adopta necesariamente. «Todo lo que podemos decidir es qué haremos con el tiempo que se nos ha dado», esta máxima de Tolkien nos impulsa a concentrarnos en el aquí y ahora, en tomar decisiones conscientes que reflejen nuestros valores y propósito más profundos.
Es en el presente donde se ejerce el liderazgo auténtico, donde se toman decisiones que diseñan el futuro.
En cada sesión de coaching, alentamos a los líderes a conectar con estos principios. Les recordamos que su influencia puede extenderse mucho más allá de lo que pueden predecir y que incluso la acción más pequeña, realizada con intención y alineada con los valores correctos, puede cambiar el curso de su futuro y el de su organización.