En ocasiones aprendemos después de haber cometido un error. Cuando pensamos que lo teníamos todo controlado y, de pronto, puf, el plan se desmorona, y nos preguntamos qué ha pasado. Ahora que vamos a despedir el año, a modo de recapitulación, ¿cuántos planes te han salido mal?, ¿cuántas veces te has caído este año?, ¿cuántas oportunidades para el aprendizaje has tendido a tu alcance?, ¿cuántas has sabido aprovechar?
Personalmente, dejo el año aprendiendo lo positivo de tener la zona de confort como un colador, llena de agujeros y goteando. Y me despido del año aprendiendo que son los agujeros, precisamente, los que dejan pasar la luz y las goteras las que permiten que vaya saliendo lo que tiene que salir: lo inútil, las estrategias que ya no funcionan, los hábitos demostradamente estériles. Errar para aprender es un concepto que adquirí aquí en Escuela Europea de Coaching. Antes, pensaba que equivocarse era un final y que las caídas era amargas. Tardé en comprender la distinción de coaching Error=Aprendizaje, que se distancia del fracaso.
La idea de equivocarse para aprender es la siguiente:
Cuando no funciona el plan, en lugar de sentirnos fatal y tomárnoslo como un fracaso ya sin remedio, desde el coaching se propone aceptar lo que haya pasado, de revisar qué funcionó bien (para repetirlo) y qué no (para no repetirlo). Es decir, que es la propia caída la que se convierte en una herramienta para el desarrollo. Según este concepto de caerse y aprender, la reflexión y el cambio surgen por contacto con el suelo. ¿Y si sale bien, si no te caes, no aprendes? Por supuesto que sí, y en eso consiste la excelencia, la mejora continua.
Sin embargo, para muchos caer de pie roba el inquietante e incómodo "momento suelo" que obliga a preguntarse por cómo mejorar, como mínimo, para no volverse a golpear. Aunque ya se sabe, el hombre es el único animal que tropieza dos veces sobre la misma piedra. O tres. O cuatro. O cien. Si recurrentemente chocas en el mismo punto, ¿qué hay pendiente que tienes que aprender ahí?, ¿qué cambios estás necesitando?
Aprendizaje, gratitud, cambio, amor, mejora, avance, confianza, perseverancia, desarrollo… ¿Cuántas veces te vas a caer en 2017?