BLOG

Un relato: Sr. Milagro y la visión compartida

Josep Ventura
Executive Coach por EEC
PCC por ICF

Era una empresa, no importa mucho a que se dedicaba, bueno era industrial, es decir, fabricaba productos para vender en mercados en los que podía o donde le salían oportunidades. Lo cierto es que en los últimos tiempos las oportunidades eran pocas y la empresa iba cada vez peor.

El consejo de sesudos se reunía semanalmente y aparte de echarse la culpa unos a otros, no eran capaces de llegar a ninguna conclusión.

 – El problema es que fabricas despacio y no tengo productos que vender- le decía en Director Ventas Sr. Tevendo al de producción Sr. Hago  – Ya, como que tú vendes mucho, vendes lo que te vienen a comprar en lugar de salir a vender lo que tenemos en los almacenes- contestaba el Director de producción Sr. Hago Y en estas trifulcas se entretenían los directivos de la empresa y los números cada vez más enfadados se iban poniendo rojos.

El director general Sr. Mandoyo, no sabía qué hacer con la situación, era la primera vez que le ocurría algo así, el no tener soluciones, el no saber identificar el problema. Se sentía solo, su equipo no era un equipo, solo confiaba en su bendita secretaria, una mujer, madre de 3 hijos y muy buena profesional. Lo que más valoraba de ella, era su sentido común. Un día, después de un comité de dirección, especialmente virulento, en el que hubo hasta golpes en la mesa, nuestro director general se fue a su despacho especialmente cabizbajo, al verlo pasar, María, que así se llamaba su secretaria, llamó a la puerta.

 –Disculpe. Le he visto preocupado y quería preguntarle si puedo ayudarle en algo.  – Gracias María. Es esta empresa ¡Se hunde! Y parece que a nadie le importe un bledo. La verdad es que no sé qué hacer, ya no se me ocurre nada nuevo. ¿Y porque no pide ayuda?, dijo Maria  –Sí, ya, pero ¿A quién?, dijo el director.  Pues, no lo sé, quizá en la federación de la industria conozcan a experto que pueda asesorarle.  –Muy buena idea, gracias por su consejo, dijo el director Mandoyo.

 Y eso hizo, pedir ayuda, habló con varias personas directivas como él y fue apareciendo un nombre en varias conversaciones. Milagroso.  

– Umm, Milagroso, pues si hace honor a su nombre es justo lo que necesito, pensó el director general.

Y le llamó .Se reunieron a la semana siguiente y el Director le explicó la situación de la empresa, bueno más que explicarla se la vomitó. Milagroso le escuchaba atentamente, de vez en cuando le hacía alguna pregunta, hasta que terminó el relato. Milagroso le dijo que en 48 horas se volverían a ver y le propondría un plan de acción. No había tiempo que perder.

En la siguiente reunión le propuso un taller donde poco a poco empezar a diseñar los cambios.

– No, poco a poco no, tenemos mucha prisa, dijo el Director General. – Lo entiendo, pero así como, el pan tiene su tiempo de cocción, los grandes cambios también requieren su tiempo. –¿Tanto hemos de cambiar?, preguntó el Director General. –¿Qué les está funcionando ahora?, preguntó Milagroso.  – Nada. – Pues entonces, han de cambiarlo todo.

Después de tener entrevistas para conocer a miembros del comité de sesudos, tuvieron el primer taller. En él, les habló de que dada la situación era necesario cambiar muchas cosas para darle un giro al negocio.

– Pues usted dirá que es lo que tenemos que cambiar, dijo uno de ellos, el Sr. Hago. – No, yo no les diré que han de cambia, contestó Milagroso. – Ah, ¿no? Entonces quién – dijo la Sra. Innova. – El jefe –respondió el Sr. Tevendo. – No, yo creo que lo hará el equipo del Sr. Milagroso,  afirmó la Sra. Humana. – ¡No, están todos equivocados, lo harán ustedes!. – ¿Nosotros?, Sí. – Pero nosotros no sabemos, de lo contrario ya lo habríamos hecho, contestó la señora Money .–Yo les acompañaré, pero necesito llegar a un acuerdo con ustedes. – ¡Lo que quiera!, respondieron todos al unísono. Necesitamos salir de esta crisis.

Un fórmula matemática

– Es una fórmula magistral 4 C x R. Se lo voy a explicar en orden inverso, dijo Milagroso: R de respeto a partir de ahora nos vamos a respetar en todo, en las formas y en el fondo. La primera C es de Colaboración entre ustedes, nada de ocultarse información ¡ayúdense! La segunda C es de Creatividad, sean valientes no tengan miedo al error, dejen volar su imaginación. La tercera es Corresponsabilidad, todos somos los corresponsables de lo que aquí pase a partir de ahora. –¿Y la cuarta “C”?, Pregunto el Director General Mandoyo. –¡Compromiso! –¿Compromiso?, dijeron algunos- 

 Pero ya estamos aquí, ya estamos participando, dijo el Sr. Hago – Sí, pero no necesitamos su participación, necesitamos su compromiso. -¿Y cuál es la diferencia?, preguntaron  –¡La tortilla de jamón!, dijo Milagroso. –¿La tortilla de jamón?, preguntaron todos. –No entiendo nada- dijo el Sr. Mandoyo. –Si, en la tortilla de jamón, la gallina participa pero el cerdo se compromete. –Ja, ja, ja, cierto, rieron todos ¡Ahora lo entiendo!  – Dijo Mandoyo – Hecho. ¡Todos vamos a respetar su fórmula!, dijeron. –¿Seguro? Es muy importante que así sea- dijo Milagroso. –¡Palabra!, afirmaron todos. – ¿Bueno por dónde empezamos?, preguntó la señora Humana.

Vamos a construir la visión compartida. dijo Milagroso

 – ¡Visión compartida!, dijo Mandoyo, he oído hablar de eso, creí que solo era una moda. –Visión compartida, es la tercera disciplina de Peter Sengue. Un gurú del Management. –¿Y para qué sirve? ¿Esto va a solucionar nuestros problemas?

–  Sirve para decidir qué empresa queremos ser en el futuro. Sirve para ser proactivos y generar el cambio, porque el cambio es inevitable y si es inevitable, hagamos que ocurra en la dirección que queremos. Ah! También va a conseguir que vayamos todos a una. – ¡Esto parece un sueño!, dijo la Sra. Innova: Precisamente os traía un fragmento de una poesía José Ángel Buesa, un poeta y escritor dominicano que dice así:

Soñar es ver la vida de otro modo, y es olvidar un poco lo que realmente es, un sueño es casi nada y más que todo, más que todo al soñarlo… casi nada después.

–Y en cierto modo la visión parte de un sueño, al menos al principio, se convertirá en visión cuando empecéis a trabajar para conseguirlo. –Es decir, ¿cuándo haya acción?, preguntó Mandoyo. – Cómo se nota quién es el jefe, dijo Tevendo. 

– Eso es. La acción es lo que diferencia lo uno del otro. El sueño de la visión ¡Pues empecemos a soñar!, dijeron. 

–¡Alto! Antes de empezar a soñar hemos de pensar en algunas cosillas, dijo Milagroso.  –¿Cuáles?, quiso saber Humana. –Lo primero es reflexionar sobre cómo somos, que hacemos bien y que hemos de mejorar. –Yo le contesto a eso, dijo Tevendo: Somos unos inútiles, no hacemos nada bien y hemos de mejorarlo todo.

– Ja, ja, ja, rió Milagroso:  ¡Seguro que no!. Hacéis muchas cosas bien y hacéis algunas no tan bien. También es necesario identificar las mejores habilidades y prácticas que tenéis como organización. A eso se le llama Análisis interno.

Y se pusieron a reflexionar y fueron escribiendo en la pizarra cada una de las habilidades y cada una de las áreas de mejora. También escribieron que es aquello que mejor sabían hacer como organización.

–Bueno y ¿qué hacemos con eso?, preguntó Mandoyo. –A continuación vamos a analizar que pasa fuera de la empresa, contestó Milagroso. -Qué hace bien la competencia, cómo son las relaciones con vuestros clientes, y los FCE ¿Los FCE? ¿Y eso que es?, preguntó Hago. –Los Factores Clave de Exito del mercado, es decir, aquello que deberíais hacer especialmente bien para tener éxito.

Sun Tsu, El arte de la guerra: "Conoce a tu enemigo y saldrás triunfador en mil batallas". Todos reflexionaron y redactaron un documento sobre el que se podría trabajar más adelante. Y así terminó el primer día del taller. En un momento al salir Mandoyo se quedó charlando con Milagroso.

–Estoy viendo que no soy capaz de dirigir la empresa, dijo Mandoyo. –¿Por qué dices esto?, preguntó Milagroso. – No sabía nada de lo que has explicado, dijo el otro. –Qué bueno es, lo que acabas de hacer. –¿El qué? – El declarar no saber, porque implica cualidades que para mí son muy valiosas en un líder: Humildad por reconocerlo y valentía por decirlo. – Pero eso es ser débil, dijo Mandoyo. – No, al contrario, es mostrar tu fortaleza y la fe en ti, ante los que te rodean. No te hiere quien quiere, sino aquellos a los que tú les das el poder para hacerlo. -Interesante, dijo. – Me voy, necesito reflexionar sobre lo que pasó hoy.

A la mañana siguiente. Empezaron el nuevo día desde otro lugar, desde la esperanza. ¡Parecía que había luz más allá del túnel!

– Bien hoy vamos a construir Visión –  ¿Cómo?, dijo Hago. –  Ahora os lo cuento: Vamos a dejar volar la imaginación, vamos a soñar, es necesario que todos digáis lo primero que os venga a la cabeza y lo anotéis en papelito y los vais a ir pegando en cada pizarra en respuesta a las preguntas siguientes:

  • ¿Cómo queremos ser en el futuro?
  • ¿Qué valores queremos tener?
  • ¿Qué tipo de cultura vamos a fomentar?
  • ¿A qué mercados vamos a ir?
  • ¿Con que productos?
  • ¿Qué tipo de personas queremos que formen parte de la organización?
  • y si se os ocurre alguna pregunta más adelante.

– Podéis utilizar metáforas, nombre de coches, animales, lugares, emociones, etc. aquello que os apetezca.

Después de esta reflexión…

– Fíjate hay uno que ha puesto en el tipo de personas, un gorila, seguro que ha sido Hago, dijo Tevendo. Todos rieron... ¡en otro momento este comentario habría levantado ampollas! – Ahora vamos a traducir estas metáforas en frases conceptuales, en significados y los vamos a votar.

Y así lo hicieron y cada uno fue votando aquellas ideas, conceptos que le parecían más adecuados o que simplemente le gustaban más. Cuando ya tuvieron realizado el perfil de empresa que querían ser.

– Vamos a traducir esto en objetivos y luego cada objetivo tendrá su Plan de Acción. – ¡Un momento!, dijo Mandoyo: Me falta algo. – El qué, contestó Milagroso. – Con los cambios que estamos teniendo, con esta crisis, es muy posible que haya muchas cosas que cambien y pienso que antes de decidir los objetivos deberíamos tener en cuenta los cambios, comentó Mandoyo. –¿Y cuáles son esos cambios?, preguntó Milagroso.  –Lo cierto es que no lo sé, y dudo que nadie lo sepa a ciencia cierta, dijo Mandoyo

 – ¡A mí se me ocurre un cosa!, dijo la Sra. Humana:  El otro día leí un libro de Adela Cortina que decía: “no sobreviven los más fuertes, sino los que se apoyan”. Se me ocurre que los modelos colaborativos van a ser muy importantes. Tener y/o buscar partners incluso con nuestros competidores si es necesario. – Muy interesante, dijo Milagroso tomemos nota. ¿A alguien más se le ocurre algo?.

– La venta a puerta fría cada vez es más difícil, intervino Vendoyo: Se me ocurre que construir nuevas formas de relaciones de calidad para generar contactos y potenciales ventas, se va a volver imprescindible. –Muy bien, dijo Milagroso: ¿Qué más? – Hemos de hacer más esfuerzo en el respeto a la naturaleza, incrementar la conciencia de la repercusión de nuestros actos en el entorno y no solo aquí en la gestión de residuos y consumos sino a nivel personal, dijo Hago.

La Sra. Money levanto la mano. –¿Puedo? Pienso que el trabajo online se va a volver imprescindible y para ello necesitamos buen software, así como, buenos ordenadores y magníficas conexiones tanto en las redes internas como externas. 

La Sra. Humana añadió – A mí se me ocurre que hemos de cuidar más al empleado, no podemos sobrecargarles y que hagan jornadas maratonianas sin conciliación de su vida familiar y laboral. La familia es un valor muy importante, además corremos el riesgo de que se nos vaya el talento.

– ¿Algo más? Preguntó Milagroso. – Sí, una cosa más, contestó Mandoyo: Se trata de la Ética, vamos a necesitar ser más transparentes y creíbles, para ganarnos la confianza del público en general. No podemos olvidar que una empresa debe ser socialmente aceptada, si quiere sobrevivir, y me parece que los estándares van a ser mucho más exigentes. – Pienso que vamos a tener que ser más más rápidos en la toma de decisiones y para ello será necesario tener información fiable y compartida entre todos. –Bien. Pues eso es todo, dijo Milagroso, – ya tenéis la hoja de ruta para construir una nueva empresa y no olvidéis la fórmula 4CxR. ¡Es hora de ponerse en marcha!

Y lo hicieron.

Comparte en:
Comentarios
Envia una respuesta

Los campos en rojo son obligatorios

¡Añade un comentario!

Los campos en rojo son obligatorios