¿Son tiempos de abundancia o de escasez?
Abundancia y escasez son dos distinciones que tengo muy presentes en estos días en los que estamos viviendo una situación sin referentes y, con más frecuencia de la que quisiera, me sumerjo en un estado de vértigo del que me cuesta salir. A este juicio de no posibilidad, que me incapacita para la acción, le pongo el nombre de escasez porque no estoy encontrando recursos para abordar lo que me pasa.
A veces, me suele dar resultado pensar en términos de abundancia:
en este mundo hay suficiente para que nadie se quede sin lo suyo. Y, desde ahí, puedo ver posibilidades y orientarme a la acción.
Estamos en tiempos revueltos en los que nuestros compromisos, necesidades y prioridades han reorganizado las actividades cotidianas que realizábamos de forma automática, reemplazándolas por otras que requieren de nosotros un mayor nivel de consciencia porque no tenemos referentes. Esta circunstancia puede generar miedo e inseguridad ante la imposibilidad de prever lo que va a venir después.
Escuché estos días la idea de que “esto es un túnel, no es un pozo”.
Y me resultó muy inspirador. ¡Qué diferente verlo de una u otra forma! Tomando la metáfora del túnel, comencé a imaginar cómo sería transitarlo desde cada una de estas dos distinciones.
Cuando pienso en transitarlo desde la escasez, me veo a la salida del túnel lanzándome compulsivamente a recuperar el tiempo perdido en todas aquellas cosas de las que me he sentido privada. Al poco tiempo, recuperaré mi rutina y disfrutaré de ella hasta que un nuevo “tsunami” me devuelva a la casilla de salida.
A veces la rutina del día a día no nos deja ver el precio que estamos pagando por mantener una imagen exterior de acuerdo con lo que pensamos que se espera de nosotros, para no poner en riesgo la aceptación de personas significativas.
Atravesar el túnel desde la abundancia significaría pararme, reflexionar y plantearme otras maneras de “estar siendo” más alineadas con mi “yo” más auténtico.
Permíteme, querido lector, que te deje aquí una pregunta por si te resulta útil en el caso de que elijas el camino de la abundancia:
¿Podría ser éste un buen momento para revisar mis prioridades y reordenar mi vida de una manera más armónica para mí?