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Proceso de coaching. Qué es y cómo se desarrolla.

Un proceso de coaching es un servicio que se contrata para obtener el acompañamiento profesional de un coach y unos resultados extraordinarios. Como un tenista tiene un entrenador o como quien tiene un profesor nativo para aprender un idioma. Pero, ¿qué se hace en una sesión? ¿Para qué sirve? ¿Cómo actúa el coach? ¿Cuánto dura un proceso de coaching? Y, más importante todavía, ¿qué es coaching?

 

Introducción. ¿Para qué un proceso de coaching?

Todos nos hemos sentido atascados, atrapados o deseosos de lograr algo que nos parece muy difícil de conseguir solos, por nuestra propia cuenta. Para avanzar, en nuestra carrera profesional o desarrollarnos personalmente de forma exponencial todos podemos elegir contratar a un coach e iniciar un proceso de coaching individual.

El proceso de coaching nos permite incorporar la visión de alguien externo (el coach) a partir de compartir nuestros puntos de vista, nuestras creencias y nuestros miedos o resistencias. La idea es tratar de darle un nuevo enfoque a nuestro pensamiento, encontrar nuevas posibilidades de acción y alcanzar mejores resultados.

Índice

 

1. Breve definición sobre coaching

2. Definición de proceso de coaching

2.1. Características del proceso de coaching.

2.2. Roles dentro de un proceso de coaching.

2.3. Duración de un proceso de coaching.

2.4. Fases del proceso de coaching

2.5. El reto en la sesión y el proceso de coaching.

3. La sesión de coaching

3.1. Fases de la sesión de coaching

3.2. Claves del coach para una buena sesión de coaching.

3.3. Preguntas habituales en una sesión de coaching

3.4. ¿Cómo trabajar el cierre en una sesión de coaching?

4. ¿Qué formación tiene un coach?

 

1. Breve definición sobre coaching

El coaching es una disciplina, una filosofía y una metodología que libera el potencial de las personas a través de habilidades de comunicación y de liderazgo. Es una forma de estar en el mundo que nos lleva a ser más conscientes de lo que pensamos, sentimos y decimos.

El coaching puede ayudar a mejorar el autoconocimiento: conocer nuestras fortalezas, debilidades, estados de ánimo y emociones y nos permite elegir cómo responder ante ciertas situaciones de nuestro día a día.

El coaching también nos sirve para mejorar las relaciones con los demás y ser más felices, pues la calidad de nuestras relaciones tiene que ver con nuestra capacidad de generar confianza, y la confianza suele trabajarse en todo proceso de coaching, de forma directa o indirecta.

Finalmente, el coaching nos impulsa a ser más ágiles al conectarnos con una apertura que aumenta nuestra la creatividad y nuestra capacidad de adaptación a la incertidumbre.

El coaching ejecutivo es una actitud vital que encarnan en su máxima expresión los coaches ejecutivos cuando están en sesión.

 

2. Definición de proceso de coaching

Un proceso de coaching es el marco en el que se sucede la relación entre el coach y el cliente. Es decir, un proceso de coaching es una secuencia de encuentros pactados, es el número determinado de sesiones o conversaciones privadas entre el coach y el cliente (también conocido como coachee).

Se trata de una relación acotada en el tiempo, no se prolonga indefinidamente sino que tiene fecha de inicio y de finalización marcada. Esto es una diferencia sustancial con los procesos psicológicos o de terapia, cuya duración puede abarcar varios años. En este sentido, en el proceso de coaching el foco está en el futuro de la persona y es hacia donde se trabaja. Digamos, que el coach ve a la persona en su situacion actual y le acompaña hasta su situación ideal pero no indaga en qué le sucedió en el pasado para llegar hasta donde está hoy, sino que se centra en un aspecto muy concreto que está en su futuro. 

Así, el objetivo del proceso de coaching es que el cliente logre un reto muy concreto que anuncia al comenzar, algo específico que tiene claro quiere conseguir y que está en su futuro. Y el proceso se realiza siempre con ese objetivo en mente y finalizará al alcanzarlo.

En esta relación o proceso de coaching, el coach no va a dar soluciones, no va a interpretar, no va a juzgar, no va a dar recetas mágicas. El coach camina de la mano con el cliente para que este descubra nuevas maneras y nuevas acciones con las que lograr su objetivo en un contexto de seguridad y confidencialidad.

 

2.1. Características del proceso de coaching.

Los procesos se dividen en sesiones y avanzan cumpliendo ciertas etapas. Las sesiones son privadas y confidenciales. Si bien en determinadas organizaciones puede haber sesiones tripartitas a las que se invite al manager o al responsable de RRHH del cliente.

En todos los casos, las conversaciones y todo lo expresado en las sesiones de un proceso de coaching se queda en ese encuentro y no se comparte, esto es algo que los coaches de EEC defendemos a toda costa, tal y como indica el Código Ético de ICF.

 

2.2. Roles dentro de un proceso de coaching.

Coach y Coachee. El coach. El coach acompaña al cliente a lograr su objetivo y, para ello, pone a su servicio las herramientas de coaching: le escucha, le pregunta y le hace reflexionar. Primero, para entender qué le está pasando al cliente y cómo está interpretando esto que le sucede. Y después, para generar el cambio que esté necesitando para el logro del reto definido. 

El coach hace un esfuerzo por adentrarse en el mundo de su cliente.

El profesional certificado en coaching ejecutivo domina las herramientas de coaching y con ellas conduce la sesión, pero no la dirige. El coach ejerce de taxista y lleva a su cliente a donde este diga, a la velocidad que este decida. Su labor consiste en detenerse donde encuentre atascos y desenmarañar las dudas en el trayecto. Su compromiso es el reto del cliente. 

El cliente o coachee. Es el absoluto protagonista del proceso. Es quien marca qué le falta o qué le sobra y quien decide a dónde ir. El cliente, a lo largo del proceso, diseña su futuro en relación a un aspecto muy concreto de su vida y recurre al coach para poner en uso todo su talento.

 

2.3. Duración de un proceso de coaching.

De forma habitual, un proceso de coaching puede durar entre 6 y 10 sesiones de coaching. Cómo decíamos antes, la duración está directamente ligada al logro de un reto concreto. Las sesiones del proceso suelen convocarse más seguidas al principio, una vez a la semana, y más espaciadas después, cada 15 días o una vez al mes. De esta forma, un proceso de 6 sesiones puede prolongarse unos cuatro o cinco meses.

En cuanto al formato, el proceso puede realizarse de forma presencial, online e incluso telefónica, puesto que se trata de una conversación. Si bien, en este caso y al no poder observar el cuerpo, el coach deberá desplegar una escucha aún más empática para captar la emoción del cliente.

 

2.4. Fases del proceso de coaching

 

  • Contexto: Todos los procesos de coaching arrancan con una primera sesión fundamental. Entre el coach y el cliente ha de generarse un “casamiento”, el coach ha de procurar transmitir a su cliente una sensación de seguridad y de confianza que será clave para que el proceso sea un éxito. Sin confianza no habrá coaching. El contrato y presupuesto forman parte de esta sesión. Tras el primer encuentro, el cliente decide si continuar o no con el coach. 

     

  • Desarrollo: en las sesiones centrales del proceso, el coach avanzará para que el cliente profundice en su autoconocimiento, logre visualizar el futuro que quiere para sí a través de la facilitación de herramientas para que el cliente pueda ir despejando su camino y encuentre cómo alcanzar su destino. En cada sesión, el cliente puede compartir los aprendizajes o las dudas que le hayan surgido durante el tiempo que ha transcurrido entre sesiones.

     

  • Fuera de la sesión: podríamos decir que todo lo que sucede fuera de la sesión es, de hecho, la parte más importante del proceso. Ahí es cuando el cliente reflexiona sobre una pregunta poderosa, se ve a sí mismo en un comportamiento antes invisible y es donde prueba a realizar un cambio...

     

  • Tareas: el coach puede proponer al cliente la realización de determinadas tareas o ejercicios con los que aumentar su consciencia y autoconocimiento: puede ser la lectura de algún material o bien la invitación a que ponga por escrito determinadas reflexiones.

     

  • Cierre: cuando el cliente haya alcanzado el reto marcado al inicio del proceso, o bien, otro diferente, en caso de que a lo largo del proceso haya identificado uno nuevo, el coach realizará una última sesión en la que el cliente puede repasar todos los aprendizajes realizados, los cambios por los que ha ido pasando, para reforzar su sensación de valía y para que volver a recurrir a dichos recursos en el futuro. Además, le invitará a explorar nuevos entornos y nuevas relaciones en las que aplicar lo incorporado.

 

2.5. El reto en la sesión y el proceso de coaching.

El indicador de éxito de un proceso de coaching es el logro del reto fijado por el cliente. En el 99% de los casos ese éxito depende de cómo se fijó el reto elegido al inicio del proceso. Es decir, no todos los retos son trabajables en un proceso de coaching. Por ejemplo, no es un reto de coaching cuando un cliente anuncia querer "dejar de sentir ira o preocupación". El reto ha de formularse en positivo, es decir, tiene que ser algo que Sí se quiere. Por ejemplo, tener más paz, más calma... etc. 

Como coach, por tanto, es importante tomarse todo el tiempo necesario (puede incluso abarcar toda la primera sesión) para atender al cliente con toda la escucha y las preguntas necesarias hasta definir un reto abordable en una conversación de coaching.

Además, el coach ha de sostener dos balones: el reto de la sesión y el reto del proceso, pues no necesariamente serán el mismo en todas las sesiones sino que puede haber uno genérico y luego, en cada conversación, asuntos relacionados.

 

3. La Sesión de coaching

Una sesión de coaching es cada uno de los encuentros (online o presenciales o incluso telefónicos) que mantienen el cliente y su coach. Suelen tener una duración aproximada de 90 minutos cada una. En este tiempo, el coach despliega las herramientas con las que aumentar la conciencia del cliente. Para las sesiones, es recomendable que el coach proponga un lugar muy tranquilo en el que el cliente pueda expresarse de forma libre y confidencial; además, llegar al lugar de la sesión con tiempo para poder centrar la mente.

 

3.1. Fases de la sesión de coaching

Para garantizar un aprendizaje transformacional en el cliente, también llamado cambio de observador, que le pueda acercar a esa ampliación de conciencia que amplía la mirada y facilita nuevas posibilidades de acción, el cliente puede transitar por diferentes etapas a lo largo de las sesiones y el proceso. .

Estas fases son:

  1. Contexto, para la generación de confianza.

  2. Situación actual, el cliente expone lo que quiere cambiar en el presente.

  3. Situación ideal, qué futuro se imagina para sí mismo.

  4. Feedback, el coach espeja y completa la visión que el cliente tiene de sí mismo.

  5. Plan de acción, el coach acompaña al cliente a ejecutar cambios en su día a día.

  6. Seguimiento, el coach revisa el aprendizaje con el cliente.

 

3.2. Claves del coach para una buena sesión de coaching.

En cada sesión, el coach ha de apagar su radio (sus pensamientos automáticos y su ego) para estar emocionalmente disponbile para lo que su cliente necesite en ese momento; ha de dejar que el cliente ventile y cortar cuando lo necesite para poner el foco en el compromiso, que es siempre el reto del cliente.

El coach realiza un ejercicio para empatizar, escuchar y acompañar a su cliente para que este encuentre cómo dar rienda suelta a todo su talento.

El coach ha de ser capaz de sostener al cliente en los momentos complicados, si conecta con alguna emoción compleja, y, al mismo tiempo, no tomar las riendas, no aconsejar y no indicar al cliente qué haría en su lugar o cuál es su opinión al respecto.

El coach hace de espejo, literalmente. Una de las herramientas del coach es reflejar al cliente lo que dice y cómo lo dice con el objetivo de que pueda verse en una perspectiva que generalmente no tiene y, con esta nueva información, decidir y elegir qué hacer después.

 

3.3. Preguntas habituales en una sesión de coaching

El coach pregunta para acompañar al cliente hacia su objetivo. En la medida de lo posible, el coach hará preguntas abiertas, limpias y orientadas al futuro.

Un coach profesional siempre arrancará haciendo tres preguntas esenciales:

¿Qué quieres conseguir?

¿Qué te falta para conseguirlo?

¿Con qué recursos sí cuentas?

A partir de ahí, el coach indagará para conocer la forma de pensar de su cliente y su forma de interpretar la realidad y preguntará para qué hace lo que hace y para qué le serviría cambiar un pensamiento, una creencia o un comportamiento. En cuanto al reto, a lo que quiere conseguir, tratará de encontrar indicadores de éxito preguntando, por ejemplo, cómo sabrá que ha logrado su reto.

No hay preguntas tipo. Los coaches profesionales no cuentan con una batería de preguntas aprendidas. La pregunta no surge de la memoria, la pregunta surge de lo que esté sucediendo en sesión en un momento preciso. La pregunta aparece, o no, en función de la necesidad del cliente. El coach solo interviene, pues el silencio es tan eficaz como una pregunta poderosa, a partir del relato del cliente y de la escucha empática con el reto como Norte.

 

3.4. ¿Cómo trabajar el cierre en una sesión de coaching?

Coach y cliente sentirán y sabrán al mismo tiempo cuando han llegado al final de cada sesión y también cuando han alcanzado el final del proceso. Puesto que en coaching siempre, siempre, siempre se trabaja para el logro de un reto muy concreto, es relativamente sencillo identificar si este se ha logrado o no.

 

4. ¿Qué formación tiene un coach?

El objetivo del coaching es fomentar un autoconocimiento en la persona a través del aprendizaje, exploración y descubrimiento de nuevas creencias, nuevas formas de actuar y de ver el mundo que nos rodea que tiene como resultado el logro de nuestros objetivos.

Los coaches profesionales pasan por una formación y entrenamiento específico. En EEC, esta formación es eminentemente práctica, de forma que después de haber adquirido una serie de conocimientos básicos y conceptos esenciales como las distinciones de coaching (en el Ciclo I Iniciación), los participantes tienen la oportunidad de practicar cada una de las herramientas y técnicas a largo de conversaciones de coaching reales (en el Ciclo II Certificación).

En EEC nos adscribimos a la calidad y rigor del coaching que define la International Coaching Federation, ICF, la entidad estadounidense que regula la disciplina en todo el mundo. Para ser coach, se ha de partir con un interés genuino en las personas y formarse en el Programa de Certificación en Coaching Ejecutivo en EEC.

 

 

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