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Hay un líder en cada uno de nosotros: seis preguntas para que lo puedas liberar

Joan Díaz
Executive Coach por EEC
MCC por ICF
Director de EEC Cataluña y Desarrollo de Negocio Corporativo

No ha habido antes ningún momento en la historia en el que el liderazgo y el coaching hayan tenido la importancia que tienen ahora. Este es el momento de la verdad para el liderazgo, es el test real del liderazgo. Es , en situaciones de crisis, cuando realmente podemos hablar de liderazgo, y no cuando todo va bien y no hay problemas.

Si queremos ser valiosos para nuestros clientes, para nuestra familia, para nuestros amigos, necesitamos trabajar en nosotros mismos. Trabajar primero en nosotros, porque los viejos modelos mentales no son suficientes para lo que requiere hoy esta situación y la gente.

En esta crisis, la pregunta que para mí adquiere relevancia, y que tiene que ver con la naturaleza del liderazgo y del coaching, es la de crear futuros y posibilidades; la pregunta es: ¿qué futuro quiero crear en mi vida?.

El liderazgo consiste en crear futuro. ¿Qué futuro quieres en tu vida?

Cuando vivimos en un mundo que no podemos predecir ni controlar, todo lo que tenemos que trabajar es nuestro compromiso con el momento presente, con nuestras acciones en el ahora, momento a momento.

¿A qué me refiero cuando digo la crisis del liderazgo? Lo hago atendiendo al significado que se le suele atribuir a la palabra crisis en chino (peligro y oportunidad). ¿Cuál es el peligro? Asegura Yuval Harari, escritor, profesor y filósofo, en un artículos sobre la crisis generada por el Covid19, que se están reescribiendo las reglas del juego político, económico y social. Yo añado que también se están reescribiendo las reglas del liderazgo. 

Harari viene a decir que podemos caer en un liderazgo basado en el miedo y el control, ese liderazgo autoritario, en silos, que limita la eficiencia en las organizaciones, o la posibilidad de crear (co-crear) un nuevo marco basado en la solidaridad y la cooperación. 

El liderazgo es una elección. ¿Qué líder quieres ser en este viaje?

En tiempos de incertidumbre necesitamos especialmente un liderazgo que potencie la seguridad psicológica y la confianza, dos elementos necesarios y estratégicos para vivir este momento.

Es crítico que las personas clave sean ejemplares, estén visibles, se muestren cercanos y estén accesibles a todos sus colaboradores.

Ya no es suficiente con limitarse a decir a la gente lo que quieren escuchar, lo que tienen que hacer, cómo lo tienen que hacer, sino que es necesario pasar a predicar con el ejemplo, abriendo nuevas conversaciones, conversaciones más horizontales.

Hay una frase de un poeta americano que me gustó mucho cuando la oí por primera vez y que tengo muy presente: “lo que haces habla tan alto que no puedo escuchar lo que dices”. Yo admiro a esos líderes que predican con el ejemplo, que son los primeros en remangarse y ponerse a trabajar codo con codo como uno más del equipo.

Necesitamos líderes valientes, es decir, necesitamos nuestra dosis de valentía (eso significa que tenemos que afrontar nuestros miedos, pero que ese miedo no nos impida avanzar. Lideres capaces de reconocerlo y colocarlo a un lado; líderes humildes, conscientes de sus fortalezas y limitaciones, guiados por unos valores, por unos principios y con un propósito.

Hay una frase de Ghandi que me parece muy apropiada en este punto, que dice “Se el cambio que quieres ver en el mundo”. Y el cambio no se va a producir por el hecho sólo decirlo. Es necesaria la voluntad y el compromiso para querer ser mejores.

Hay un líder en cada uno de nosotros.

Hay un líder en cada uno de nosotros y nuestra responsabilidad es liberarlo, y no de cualquiera manera, sino sacando nuestra mejor versión, aprovechando todos nuestros recursos que los tenemos.

La responsabilidad más importante, de cualquiera que quiera ser líder, es la de liderarse a sí mismo. En mi opinión, No hay liderazgo sin autoliderazgo.

Es un momento ideal para practicar nuevas formas de comunicación, nuevas formas de trabajo colaborativo, ser más agiles.  Esa es la forma de asegurar la verdadera transformación y de conseguir resultados en velocidad. Sabemos que el modelo (el framework) no lo explica todo y que se requiere de un nuevo mindset. Este nuevo mindset requiere también desarrollar y entrenarnos en las llamadas soft skills, que yo prefiero denominar como competencias esenciales y estratégicas.  

Un líder es aquel que es capaz de crear el contexto emocional para que las cosas que queremos que pasen, pasen. Espacios emocionales expansivos, motivacionales e inspiradores para la gente. Y eso pasa por tener esa consciencia emocional, esa inteligencia emocional, y eso requiere aprendizaje.

La capacidad para reconocer nuestras propias emociones en el momento que se producen, así como la propia autogestión emocional, que es lo que nos permite regularlas y tomar decisiones acertadas de cómo queremos responder para hacer que las cosas sucedan y no reaccionar a lo que pasa. ¿Accionamos o reaccionamos?

En todo proceso de cambio, de transformación, lo importante es nuestro compromiso con lo central, con lo que queremos preservar: nuestros valores, nuestros principios, nuestro propósito.

Es aquí, en lo central, en los valores, donde debemos poner el foco, para salir victoriosos de esta crisis, de este nuevo re-comenzar, ya que ésta es para mí, la clave del éxito más allá del éxito, si nuestro juego como personas, como líderes (desde nuestro autoliderazgo), lo basamos en lo central, ya hemos ganado este partido.

La capacidad de aprender es lo único que nos va a permitir adaptarnos al mundo en el que vivimos. Cada día tenemos que volver a preguntarnos cuáles son las nuevas reglas hoy.

¿Cuál es nuestra motivación para el cambio? ¿Es el miedo, el control, la exigencia, el ego? ¿Es la búsqueda de nuestra mejor versión, desde la curiosidad, la innovación, desde el poder personal, desde la confianza, desde el entusiasmo, desde la solidaridad?

Y esa es una elección, como decía Ortega y Gasset, "estamos condenados a ser libres".

Seis preguntas para ser el líder que quieres ser:

  1. Las conversaciones que estamos teniendo, incluso las que tenemos con nosotros mismos, ¿marcan la diferencia? 
  2. ¿Estamos pidiendo ayuda? 
  3. ¿Estamos construyendo confianza en nuestras relaciones?
  4. ¿Estamos creando solidaridad en nuestro entorno? 
  5. ¿Somos capaces de mantener un estado de ánimo positivo o nos estamos entregando al miedo y a la duda?
  6. ¿Qué líder elegimos ser para conseguir un futuro mejor?

 

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