Haciendo frente a una conversación difícil
Técnicas para construir conversaciones posibilitadoras fundamentales en el éxito de todo proyecto o relación personal o profesional: con uno mismo y con los demás.
Las conversaciones son fundamentales en nuestra vida, definen nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás. Ahora bien, no solo las conversaciones que sí mantenemos determinan nuestros resultados, también las que no tenemos, las que se quedan flotando en el aire o en nuestra cabeza.
Este asunto de las conversaciones difíciles ha sido objeto de un taller para los miembros de EEC Alumni ofrecido por Belén San Miguel, quien compartió dos técnicas concretas y útiles sobre un tema que, en coaching, abordamos con mucha frecuencia caundo acompañamos a los clientes en la preparación de estas conversaciones.
1. Conversando con uno mismo
Las conversaciones que tenemos con nosotros mismos son aquellos diálogos privados que nos llevan a confundir lo que nos contamos a nosotros mismos con lo que realmente somos, diálogos que repercuten seriamente en nuestra autoestima y limitan nuestras acciones.
A veces, son conversaciones que llevamos arrastrando desde niños.Para conocerlas, el primer paso es identificarlas, luego, poner distancia y así lograremos cambiar nuestro discurso interior.
La técnica del 'personajillo' sirve para reconocer las conversaciones internas y darnos cuenta de cuándo estamos siendo excesivamente críticos o destructivos con nosotros mismos. Una idea inspirada, entre otros autores, en el concepto de Saboteador Interno del libro de 'Coaching Co-activo ', de Laura Whitworth,
Esta técnica también nos ayuda a poner distancia y a cambiar el diálogo que nos impide avanzar o conseguir nuestros objetivos.
3 pasos para acabar con las conversaciones internas negativas:
- Identificar al crítico interior:
- ¿cómo nos habla?
- ¿qué nos dice cuando nos proponemos una nueva meta?
- Darle vida y forma, buscarle un mote o algo que le ridiculice, dibujarlo y preguntarnos:
- ¿cuáles son sus principios, sus normas?
- ¿cuáles son sus historias o cuentos favoritos?
- ¿en qué circunstancias prefiere aparecer y en cuáles no?
- ¿cuál es su temor secreto?
- ¿qué miedos transmite?
- Cambiar el diálogo que nos impide avanzar.
2. Conversaciones difíciles con los demás
Cuanto no nos atrevemos a mantener con el otro ciertas conversaciones, cuando no las hacemos públicas, estas conversaciones se vuelven tóxicas en nuestro interior, tiñendo percepciones, pensamientos y malogrando relaciones. Lo importante es identificar el diálogo de nuestra columna izquierda (no consciente) para ser más conscientes de lo que realmente necesitamos y sentimos.
Como ejercicio, preparemos un borrador con los puntos de la conversación (ver más abajo) que podamos ensayar con otra persona. Se trata de diseñar una conversación pendiente que tengamos con alguien, de modo que podamos expresar nuestro enfado o resentimiento, sin poner en riesgo la relación personal o laboral. Una propuesta inspirada en Leonardo Wolk en su libro 'Coaching, el arte de soplar brasas':
8 pasos para preparar una conversación difícil:
- Cuidar el contexto, la emoción y la intención.
- Hablar de datos, observaciones.
- Atender a la interpretación: hablar en términos de "en mi opinión", "creo que" — las opiniones y los juicios son evaluaciones subjetivas y, por tanto, discutibles.
- Hablar de lo que a "mí me pasa" y en primera persona — las emociones son indiscutibles.
- Explicar nuestras aspiraciones, preocupaciones o el para qué de la conversación.
- Realizar un pedido efectivo: "por ello te pido" — formular un pedido concreto y específico.
- Indagar: preguntamos y tenemos en cuenta la opinión de la otra persona.
- Lograr un compromiso: acordar acciones futuras concretas — qué, quién y cuándo.
En definitiva, sacar a la luz estas conversaciones difíciles que se han ido quedando pendientes es lo que permite el cambio al acordar nuevos compromisos que posibiliten corregir o abrir nuevas posibilidades de acción en el futuro.
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