El arte de comunicar y seis claves para asegurar la escucha
Pronunciar palabras no es comunicar; comunicar va más allá del verbo. Hablar es transmitir información, algo que todos podemos hacer, con mayor o menor destreza. Comunicar es mover una emoción en el otro. Es conectar con el otro desde un plano emocional. La forma en la que nos comunicamos determinará la calidad de nuestras relaciones, por tanto, de nuestras vidas. Si somos honestos con nosotros mismos, la comunicación de nuestras emociones y de lo que necesitamos es muy difícil.
En la mayoría de los casos, no nos han enseñado a comunicar. Pensemos en nuestras figuras de referencias, nuestros padres, nuestros profesores, probablemente no nos han enseñado a comunicar, simplemente hemos copiado su modelo. ¡Ni ellos mismos han sido buenos comunicadores!
Seguramente lo hicieron lo mejor que pudieron, pero la responsabilidad de nuestra comunicación hoy es solo nuestra. Es importante poner conciencia en la importancia del papel de la comunicación en nuestras vidas y en cómo y desde dónde nos comunicamos. Imaginad la situación de confinamiento sin comunicación.
Comunicar va sobre personas, construir relaciones.
¿Habéis pensado cómo hubierais vivido esta experiencia sin Internet, por ejemplo? Sin llamadas a las familias, sin encuentros virtuales, sin contactos con nuestros compañeros de trabajo…
- ¿Qué somos sin comunicación?
- ¿Se puede no comunicar?
No comunicar es en sí comunicar. Siempre estamos comunicando, aunque no queramos. Es imposible no comunicar.¡Somos pura comunicación!
De la Comunicación Automática a la Comunicación Consciente
Comunicar es expandir la habilidad a través de la toma de conciencia para conectar con el otro y con uno mismo. Se trata de mantener conversaciones de calidad, de expresarnos desde el Ser. De darnos cuenta del impacto que la Comunicación, y por ende, nuestras palabras transmisoras de esa emoción, tienen en nuestras relaciones interpersonales.
Comunicar es comprender
Si yo no me comprendo, me siento solo. ¡Se trata de co-crear con el otro! Se trata de no solo quedarnos en la mente (lenguaje), del qué me digo; se trata de incorporar la emoción (cómo me siento, desde dónde lo siento). Si lo que el otro dice no va alineado con su cuerpo, ¡la conexión no se dará!
El cuerpo grita lo que las emociones callan
¿Por qué Comunicar es un Arte? Arte es aquello bello, fluido, espontáneo... Es como una danza. Dos bailarines, como el emisor/receptor, lo masculino/femenino, dar/recibir, hablar/escuchar… Es un baile fluido, equilibrado… ¡por eso es bello!
Si piensas que no sabes comunicar bien, te pregunto: ¿Se nace sabiendo bailar, nadar, pintar...? ¿O se aprende a lo largo de la vida?
El arte es algo personal y auténtico. Depende del observador. Sale de una conexión profunda con uno mismo, y así, tu autenticidad despertará la autenticidad del otro. Mediante la adaptación al lenguaje del otro, su ritmo, el contexto, su emoción… Será uno de los mayores actos de amor.
Comunicación Consciente con el otro
En la Comunicación, solemos quedarnos únicamente con lo que el otro dice o hace, las palabras o sus actos. Y esto solo corresponde al 10% de la comunicación. En ocasiones, “lo que haces habla tan alto que no puedo escuchar lo que dices.”
Es importante ir más allá. Tener la curiosidad de en sumergirnos en el mundo del otro, en aquello que no vemos a simple vista. Ahí estará la riqueza de nuestra comunicación. En lo que el otro piensa, siente, valora, necesita, cree, desea. Y una de las principales distinciones para poder conseguirlo es la escucha empática.
La mayoría de las personas escuchan para responder, no para comprender. Quien no sabe escuchar está solo porque no sabe compartir ni compartirse. Y recordemos que este, es un baile de dos. La forma en la que escuchamos es un buen termómetro para medir la calidad de nuestras relaciones.
Escuchar no es solo oír, es el interés genuino por conocer y comprender el universo del otro, y la empatía es la habilidad de ponernos en el lugar del otro, de ver el mundo desde sus propios ojos, de conectar de forma consciente con su experiencia, comprenderla y sentirla como si fuera propia.
Para ello, necesitaremos sentirnos cómodos en nuestra propia vulnerabilidad, pese a temer ser heridos. ¡Sentir al otro es sentirme a mí! Y eso a veces, es doloroso. Es esencial ir más allá de las palabras, escuchar 360º, lo que no dice a través de su mirada, sus gestos.
Seis claves para confirmar que estás escuchando:
- Permanecer en silencio o en actitud de escucha, recibiendo.
- No interrumpir.
- No apropiarte de la conversación.
- No dar consejos si no lo piden.
- Estar presente, relajado. Apagando la radio, aparcando los juicios, estando con una actitud de apertura, atención y respeto.
- Reconocer y legitimar las emociones del otro, para conectar así con las mías propias, y desde ahí comunicarlas.
¡Comunicar es sentir con las personas!
Comunicación consciente es crear conexión, vínculo y, por tanto, construir confianza.
Julio Olalla dice que “la confianza es la predisposición para accionar con los otros”.
La confianza es un fenómeno esencial para poder fluir y relacionarnos con los demás. No solo la confianza en uno mismo y en las personas más cercanas a nosotros, sino la confianza en el mundo. Y qué maltrecha esta esa confianza en el mundo en los tiempos que corren…
La desconfianza arruina las posibilidades de la interrelación. Por el contrario, si tú confías en mí, yo crezco y me desarrollo. Comunicar es una forma de amar (dar/recibir). La diferencia está en la conciencia que ponemos en ese acto de comunicar.
Comunicación Consciente con uno mismo
El otro es un espejo de nuestra emoción. Nos conecta con nuestro discurso interno, con nuestra Comunicación interna.
- ¿Cómo nos podemos comunicar con el otro sino sabemos hacerlo con nosotros mismos?
- ¿Cómo podemos bailar con otro si no hemos bailado antes delante del espejo por horas?
Si no sabes lo que estás comunicando o pidiendo, entonces observa lo que estás recibiendo.
- ¿Qué tipo de conversaciones mantienes contigo mismo?
- ¿Qué te dices a ti de ti?
Finalmente antes de comunicar, pregúntate:
- ¿Qué siento?
- ¿Qué necesito?
- ¿Soy capaz de pedir?
Como dice Rumi, “El pensamiento adecuado es aquel que abre el camino”. Las conversaciones con nosotros mismos nacen del amor a nosotros mismos. La Comunicación Consciente sale del corazón.