Cómo ser más feliz: toma de conciencia y responsabilidad
En 1972 Jigme Singye Wangchuck, rey de Buthan, un pequeño reino en la cordillera del Himalaya, ideó un nuevo sistema para medir el bienestar de su pueblo, pues el clásico PIB (Producto Interior Bruto) no le parecía suficiente.
Así, como quizás alguno ya sabéis, creó el índice FNB (Felicidad Nacional Bruta), que aún hoy se utiliza, y que pretende medir la calidad de vida de los ciudadanos de Buthan en términos globales y holísticos.
El Gross Netational Happiness (GNH), en inglés, mide aspectos en relación a:
- el bienestar psicológico
- el uso del tiempo
- la vitalidad de la comunidad
- el nivel de vida
- la educación
- la salud, entre otros.
El índice se elaboró con el apoyo de expertos profesionales internacionales de prestigio (entre economistas, premios Nobel y catedráticos de las mejores universidades), que diseñaron un cuestionario que incluye preguntas como:
- “Definiría su vida como: a) Muy estresante, b) Algo estresante, c) Nada estresante, d) No lo sé”
- “¿Ha perdido mucho sueño por sus preocupaciones?”
- “¿En su opinión, cómo de independientes son nuestros tribunales?”
- “En el último mes, ¿con qué frecuencia socializó con sus vecinos?”
- “¿Cuenta usted cuentos tradicionales a sus hijos?”
En el último estudio realizado, en 2015, el 48% de los butaneses declaró sentirse feliz; el 35% muy feliz; el 8,5% profundamente feliz y el 8% manifestó ser infeliz. Consulta el informe Gross National Happiness.
Mi propio concepto de felicidad
Esta propuesta, que valoro tan inspiradora y valiente al mismo tiempo, me ha llevado a preguntarme por mi propio concepto de la felicidad. Me hace pensar en qué resultados veríamos si nos hicieran esta encuesta a nosotros y a nuestra sociedad y también cuánto nos dedicamos a cultivar de forma individual nuestra propia felicidad.
Cómo ser féliz
¿Qué indicadores tiene la felicidad para mí? ¿Y cuánto estoy invirtiendo en ellos? Dos cuestiones que relaciono con lo que sucede en un proceso de coaching que, me gusta decir básicamente, consiste en dos fase: la toma de conciencia y la responsabilidad.
- Fase 1: Toma de consciencia. Todos somos cientos de nosotros mismos.
- ¿Cómo podemos buscar la felicidad si no definimos qué quiere decir para cada uno?
Así que, me invito -y te invito a ti también-, a hacernos preguntas acerca de los indicadores que tendría la felicidad para cada uno de nosotros.
La felicidad es una definición individual: ¿qué indicadores tiene la tuya?
- Para mí, ¿se basa la felicidad en riqueza y poder, como mide el PIB?
- ¿Contendría también indicadores relacionados con la calidad de mi tiempo, los espacios que comparto con las personas que quiero?
- ¿Y con el valor de las cosas sencillas de cada día, la satisfacción de acompañar a personas en su crecimiento, la serenidad con la que vivo las cosas, mis espacios de meditación?
- Fase 2: La responsabilidad
Una vez que hemos identificado cuáles son esos indicadores, entonces podemos hacer una estimación de cuáles de estos indicadores estamos cuidando más y cúales estamos atendiendo menos. Y en este sentido, contestarnos:
- ¿Me responsabilizo de mi propia felicidad?
- ¿Busco alimentarla con aquello que me acerca más a ella?
- ¿Procuro dejar de poner foco en todo aquello que me aleja de mi felicidad?
La felicidad en la sociedad
Incluso, podríamos llegar a identificar los indicadores de Felicidad Interna Bruta por cada empresa, por cada equipo de colaboradores, por cad familia, por cada país (como en el caso de Buthan)… De esta manera, sumando grano a grano las semillas de felicidad regadas por cada uno de nosotros de forma individual y de forma colectiva podríamos impactar también en nuestro FIB como humanidad.
Como dijo el ministro de educación del reino de Buthan, Thakur S. Powdyel: “Ya sabemos que lo que de verdad cuenta no es siempre lo que puede contarse”.
¿Te animas a empezar por ti?
POSTS RELACIONADOS
Comparte en: