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Cómo diseñar tus emociones para alcanzar tus objetivos a través del coaching ejecutivo

Todos sentimos alegría o miedo. Todos nos enfadamos alguna vez, todos nos llevamos una sorpresa y todos sentimos pena cuando perdemos algo a lo que le dábamos mucho valor.

Comprender y utilizar las emociones de manera efectiva, reconoce en su último libro «Emociones y vínculos» la experta en procesos de cambio y en consultoría Silvia Guarnieri, es clave para lograr nuestros objetivos. Además de otras estrategias que estés poniendo en marcha para alcanzar eso que buscas, no sigas ignorando el plano emocional, puede ser la llave que estés necesitando.

Saber descifrar el para qué de estas emociones es un mapa hacia el éxito de lo que cada uno quiere.

Según la autora, todas las emociones o «Fenómenos Afectivos» como ella las define, tienen una intención positiva y contienen mensajes importantes tanto para nuestra supervivencia y para las relaciones con nosotros mismos y los demás.

Las emociones nos brindan pistas sobre obstáculos y oportunidades en nuestra vida, y cada emoción nos ofrece una acción para superarlos o para aprovechar las oportunidades y volver al equilibrio.

Sentir ese miedo, sorpresa, alegría o pena es como recibir una carta con un mensaje crucial para nuestra evolución personal.

Lo fundamental, aclara la autora, es abrir «la carta» de las emociones para comprender su mensaje. Lo contrario, no escucharlo, supone dejar la información acumulada, lo que puede causar problemas en nuestro cuerpo y mente, afectando a nuestro bienestar general.

Las emociones no solo «aparecen». Todos tenemos también el poder de diseñar las emociones que necesitamos en situaciones específicas. Esto implica utilizar diferentes métodos para acceder a estas emociones y modificar nuestros fenómenos afectivos.

Cinco accesos para diseñar las emociones necesarias :

  • Estímulo externo:

    Los «fenómenos afectivos» pueden ser gatillados o diseñados a través de estímulos externos, como olores, sabores, sonidos o palabras. Por ejemplo, poner música suave durante una velada íntima para generar una emoción específica.

 

  • Estímulo interno:

    Nuestros «fenómenos afectivos» pueden ser modificados por estímulos internos, como hormonas o desequilibrios bioquímicos. Descansar adecuadamente es esencial para mantener un equilibrio emocional.

 

  • Memoria emotiva:

    La capacidad de recordar momentos significativos de nuestra vida nos permite evocar emociones específicas. Esto es utilizado por actores para representar emociones en el escenario. Todos podemos recurrir a esta opción para cambiar y conectar con lo que vayamos necesitando.  

 

  • Imaginación de un futuro diferente:

    A través de la imaginación, podemos proyectarnos hacia un futuro deseado, incluso en momentos difíciles. Imaginarnos en un futuro en el que ya hayamos conseigudo lo que ansiamos puede servir como apoyo emocional en situaciones adversas.

 

  • Respiración:

    La respiración desempeña un papel crucial en la regulación emocional. Una respiración profunda puede ayudarnos a calmarnos en momentos de nerviosismo o ansiedad, mientras que una respiración agitada puede generar emociones como el miedo o la rabia. Fíjate en qué tipo de respiración estás teniendo y elige.

 

Este enfoque de diseño emocional, que se practica en coaching ejecutivo, pone el foco en la capacidad que las personas sí tenemos de tomar el control de nuestras emociones y de utilizarlas de manera más efectiva.  

 

Si, por ejemplo, necesitamos tener una conversación difícil con alguien, en lugar de improvisar, esta propuesta nos invita a reflexionar sobre lo que buscamos con la conversación y, así, diseñar la emoción más adecuada para ese momento. Pensemos que nuestro objetivo con esa conversación es acercar posturas, alinear acciones y reforzar la relación.

En este caso, podríamos conectar con el amor y con el compromiso en lugar de dejarnos llevar por otras emociones relacionadas con la desconfianza o el miedo. 

Explorar y utilizar estos «accesos» para diseñar los fenómenos afectivos es algo que entrenan las personas a las que formamos para ejercer como coaches ejecutivos, un aprendizaje prácrtico y dinámico que empieza en el Ciclo Iniciación en Coaching y que profundiza en el Ciclo II Certificación, cuando el participante termina siendo capaz de acompañar a otros (además de a sí mismo) durante ese proceso de diseño de emociones para un objetivo. Eso es coaching.

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