Coaching y cómo cambiar de una vez por todas
Llega septiembre y es momento de cambiar, de retomar eso que nos cuesta pero que estamos convencidos tan bien nos hace: las clases de inglés o el gimnasio... Para que estos esfuerzos no resulten inútiles, para que a final del año sigamos igual de motivados, te contamos cómo el coaching logra cambios definitivos.
No todos los cambios son iguales.
Para arrancar digamos que sí, que las personas sí pueden cambiar, pero no todos los cambios son iguales. Cuando uno logra cambiar su forma de comportarse, el cambio es notorio para la persona y para su entorno. Cuando, consigue cambiar su forma de hablar y de comunicarse, el cambio es también muy significativo. Si además, uno cambia su forma de ser (o de estar siendo, como lo entendemos en coaching) entonces uno cambia para siempre y de forma definitiva.
Cuando la transformación se produce a ese nivel más profundo, entonces, se convierte en un cambio sostenible en el tiempo. Éste es el área de trabajo del coaching que practicamos y entrenamos en Escuela Europea de Coaching.
El coaching, por tanto, va más allá de un cambio a nivel de forma de hablar o de comportarse, sino que esta metodología y esta forma de ver al ser humano busca una transformación a nivel del Ser y no solo en el Hacer. Quedarnos en el primer nivel supondría hacer un trabajo exclusivamente en el comportamiento y daría como resultado ciertas alternativas, pero que ya sabemos, no duran para siempre.
Cambiar el Ser es lo que genera los posteriores y sucesivos cambios en los comportamientos y en la comunicación, lo que, a su vez, conlleva el logro de nuevos y extraordinarios resultados.
Lenguaje, cuerpo, emoción.
Para abordar y entrar en este nivel más profundo, proponemos el trabajo con un experto incomodador, que te saque de la caja de confomt: el coach. Los coaches incidimos sobre las percepciones y actitudes trabajando con tres áreas del ser humano: el lenguaje, las emociones y el cuerpo.
Por ejemplo, digamos, que queremos hacer algo diferente: dejar de decir tacos y comunicarnos con más armonía.
El coaching trata de rescatar quién estamos siendo cuando hacemos eso que queremos cambiar (decir tacos): cómo me estoy sintiendo, cuáles están siendo mis emociones, cómo estoy respirando, cómo tengo el cuerpo de rígido o de relajado, qué tipo de lenguaje estoy utilizando en mis conversaciones en ese momento (conmigo mismo y con los demás).
Revisar el estar siendo desde estas áreas (lenguaje, cuerpo y emocion -o solo una de ellas) es una vía de entrada a este nivel profundo que permite repasar los pensamientos, las creencias profundas, revisarlas y decidir si las queremos cambiar y por cuáles creencias nuevas.
Es decir, si uno identifica que dice tacos para mostrarse autoritario porque siente que así se gana el respeto de los demás, por ejemplo, tiene la oportunidad de revisar qué emoción predomina y qué mensaje le trae esa emoción, qué le pasa en el cuerpo... y también pensar qué le pasa con la autoridad, que significa respeto y qué otras maneras tiene de sentirse respetado, por ejemplo.
Una transformación sostenible.
Observarme y ser consciente de cómo estoy siendo abre la puerta para revisar mis creencias y elegir una nueva forma de estar siendo (y cómo decíamos al inicio) es lo que da lugar, de una forma natural (que no tira del saco de motivación, que se va vaciando enseguida) de nuevos comportamientos, hábitos y formas de comunicarme conectado con un compromiso y no con la obligación.
Finalmente, un apunte más sobre este asunto del cambio sostenible: la formación, entrenamiento, capacitación y certificación que recibe un coach es esencial para acompañar a otras personas a transitar de forma segura y efectiva por el singular y maravilloso proceso de cambio.
Si los cambios que tú tienes pendientes van en esta dirección, podríamos acompañarte.
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