"No trabajo con adolescentes si no trabajo con el sistema"

"No trabajo con adolescentes si no trabajo con el sistema", así de importante es para la experta en coaching y en adolescentes, Rosa Barriuso, la colaboración de la familia en un proceso de coaching con un adolescentes. Una afirmación que compartió en su conferencia "Consciencia Emocional de adolescentes y familias" que ofreció el pasado 17 de mayo en la Semana Internacional de Coaching, que organiza ICF.

"A veces el sistema no colabora, pero el adolescente depende del sistema, sobre todo emocionalmente y también económicamente, por lo que es fundamental que los padres se involucren en el proceso", siguió explicando la experta que coordina el programa de Coaching para Adolescentes y Familias en la EEC. En este sentido, aclaró, que "una familia sana es una familia adaptativa, una familia que aprende a cambiar en funicón de las necesidades de sus miembros".

"El trabajo del coach", declaró la experta, es acompañar a que el joven madure, favorecer la maduración" y a entender "la adolescencia como un puente entre infancia y madurez".

Una de las tareas del coach es la aceptación y "entender la adolescencia como un duelo, en el que surge la rabia, la ira, y después la tristeza. El joven se despide de su infancia, y los padres del niño o niña que fue". Superado el duelo, siguió la experta, "la familia tiene que construir nuevos vínculos, nuevas maneras de comunicarse".

En esa nueva comunicación, entrará la empatía y también la negociación de los roles y de los límites. "El exceso de control provoca inmadurez", aseguró Rosa Barriuso, quien a los padres recomendó "educar en la excelencia y en la confianza" y "mirar más allá de lo que está siendo hoy el adolescentes. Si no vemos más allá nos quedamos enganchados con el miedo y no veremos la oportunidad de aprendizaje continuo" que está sucediendo, finalizó. 

 

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